martes, 14 de diciembre de 2010

Erupcion del Vesubio

La erupción del Vesubio
En el siglo I a. C., Pompeya era sólo una de las numerosas ciudades localizadas alrededor de la base del monte Vesubio. El área tenía una considerable población que se hizo próspera por la famosa fertilidad de la región. De las muchas localidades vecinas de Pompeya, la más conocida fue Herculano. También sufrieron daños o la destrucción durante la erupción del 79, que duró cerca de 19 horas, liberando en ese tiempo el volcán cerca de 4 km3 de ceniza y roca sobre una extensa área del sur y sureste del cráter, con cerca de 3 m de tefra cayendo sobre Pompeya. La blanca ceniza pumítica asociada con esta erupción fue principalmente una composición de leucita y fonolita.
La erupción del 79 fue precedida por un potente terremoto, 17 años antes, el 5 de febrero del 62, que causó la destrucción general alrededor de la bahía de Nápoles, y en particular de Pompeya.Algunos de los daños no habían sido aún reparados cuando el volcán entró en erupción. Sin embargo, este suceso pudo ser un suceso de carácter tectónico en lugar de estar asociado con el redespertar del volcán.

Los romanos se acostumbraron a los débiles temblores de tierra de la región. El naturalista Plinio el Joven escribió que ellos "no estaban en particular alarmados, ya que los temblores eran frecuentes en Campania". A principios de agosto del 79 hubo sacudidas.(hay que señalar que los romanos no conocían el concepto de volcán, en la tarde del 24 de agosto, una catastrófica erupción del volcán empezó. La erupción devastó la región, sepultando Pompeya y otras poblaciones. Por casualidad, la fecha era la de la Vulcanalia, el festival del dios romano del fuego.


La erupción del Vesubio del 24 y 25 de agosto del año se desarrolló en dos fases: una erupción pliniana que duró de 18 a 20 horas y produjo una lluvia de pumita en dirección al sur del cono que aumentó la profundidad en 2,8 m en Pompeya mediante un flujo piroclástico, y una nube ardiente en la segunda, una fase peleana que llegó hasta Miseno y que se concentró en el oeste y el noroeste. Dos flujos piroclásticos sepultaron Pompeya, quemando y asfixiando a los rezagados que permanecieron allí. Oplontis y Herculano recibieron la peor parte de los flujos y fueron enterradas por cenizas y depósitos piroclásticos.

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